STEVE MARRIOTT, el alma de HUMBLE PIE

Después de tanto demorar una de mis entradas pendientes debido a una extraña galbana más propia de otra estación, me decido a hablar de otra de las bandas de mi vida, HUMBLE PIE, y de su alma, motor y uno de los mejores cantantes de la historia, STEVE MARRIOTT. Este pedazo de grupo de blues-soul-funk-rock'n'roll echó a andar allá por el año '69 con un par de discos donde daban mustras todavía de la influencia de SMALL FACES, banda en la que había militado MARRIOT anteriormente. Psicodelia y claro sonido sixties en un par de discos que, para mi gusto, son de los más fojo de su apabullante discografía. Un esbozo de lo que podría ser el grupo donde todos participaban en las canciones y donde aún nuestro frontman no destacaba. A partir de aquí la cosa cambia. Llegamos a"Humble Pie", del '70. Endurecen su sonido y MARRIOTT comienza ha dar muestras de lo que puede hacer con su voz. Destacan "I'm ready" y "Suckin' on the sweet vine" entre otras. Al año siguiente con "Rock on" comienzan los hits importantes como "Shine on", "Stone cold fever", "Rollin' stone" y el precioso "Strange days".

Y llegamos a la cumbre de su obra, el todopoderoso "Performance Rockin' the Filmore", del '71, mejor doble álbum de la historia si no fuera por el "Live at Fillmore East" de mis queridos ABB. Una obra maestra donde nuestro STEVE brilla con luz propia y donde todos y cada uno de sus temas son aunténtico trallazos sonoros stenteros que se convierten en clásicos desde la primera escucha. Rock'n'roll primitivo, básico, salido de las entrañas. Aquí MARRIOTT coge el timón definitivamente de la banda. Desde la tremenda "For day creep", pasando por los citados "I'm ready"y "Stone cold fever", "I work on glided splinters", la sublime "Rollin' Stone", "Hallelujah" de Ray Charles, hasta llegar a la magestuosa y descomunal "I don't need no doctor". En resumen, todo en este disco es perfecto, desde la simple pero efectiva portada hasta su carpeta interior con ese collage fotográfico al abrirla. Todavía recuerdo el día que me hice con esta preciada joya y sin todavía escucharlo ya era la persona más feliz del mundo. Ni os cuento lo que sentí al desflorarlo.

Dejando a un lado tamaño diamante, seguimos con otro buenísimo disco al año siguiente, el "Smokin'" donde brillan con luz propia "The fixer", "30 days in the hole" y ese blues llamado "The wonder". En el '73 graban el no menos bueno "Eat it" mucho más soul si cabe, con esos omnipresentes coros de las Blackberries y con las personales versiones de "Black coffee" de Ike and Tina Turner, Ray Charles y los Stones entre otros. En el '74 llega esta otra joyita llamada "Thunderbox" con también versiones de algunos de los anteriormente citados y de los BEATLES, inclinado claramente hacia el funky. Para acabar la etapa tenemos al año siguiente este "Street rats" donde desaparecen las Blackberries y suenan las rarísimas e irreconocibles "Rock'n'roll music" de Chuck Berry, "We can work it out" y "Drive my car" de los Beatles, y donde muestran un sonido más pulido.

Y entramos de lleno en su carrera en solitario con el "bipartito" "Marriott" donde sus dos caras son bien diferenciadas. La cara A es la British side, con un sonido más añejo y duro, y la cara B, American side, con un sonido más pulido y donde reaparecen los coros soul y el ritmo funky. Cada cara está grabada con músicos diferentes destacando por encima de todas ese soberbio y escalofriante "Help me through the day", de la cara A, uno de los mejores temas que haya escuchado jamás.

Para finalizar, también quiero hacer mención de este horrible "30 seconds to midnite", con un sonido comercial ochentero que tira de espaldas y unas versiones horrorosas.

Como vemos, quitando este último lunar, la carrera de este hombre es espectacular y, desde luego, se merecería estar en lo más alto de olimpo de los dioses, allá con los HENDRIX, JANIS y cía. Lástima que un cigarro mal apagado se lo llevara tan pronto. Descansa en paz, STEVE MARRIOTT.