MICK COCKS de ROSE TATTOO diagnosticado de cáncer de hígado

Hacía tiempo que quería hablar de una de las mejores bandas de hard-rock del mundo, dignos sucesores de AC/DC, australianos como ellos, y con una de la carreras más sólidas del panorama y muy poco reconocidos musicalmente hablando. Se trata de ROSE TATTOO, y por desgracia mi entrada tiene que estar "manchada" con esta horrible noticia del cáncer de hígado que le acaban de diagnosticar al bueno de MICK COCKS, guitarrista de la formación original de la banda.

Todavía recuerdo hace ahora un par de años en magnífico concierto con que nos obsequiaron los australianos en la sala Heineken de Madrid y con una entrada un tanto escasa para mi gusto con tanto fan de AC/DC por ahí suelto últimamente. De hecho, cuando se abrieron las puertas, la fila era todavía demasiado corta. Al final, la cosa se animó un poco más y aunque no estaba lleno, había bastante ambiente. Y del bueno. Allí no valían nuevos fans que se acababan de bajar su útlimo disco no, allí estábamos todos los que sabíamos lo que íbamos a ver y preparados para que nos volasen la cabeza como así fue. Recuerdo el intensísimo show con que nos obsequiaron, las ganas de toda la banda y el desfase sano de las primeras filas con Angry Anderson en el suelo estampándonos su sudor y su saliva encima de nuestras respectivas cazadoras y tocándole todos la calva por eso de la suerte. Tengo el set list en casa y es de infarto: "Rock'n'roll outlaw", "Nice boys", "The Butcher and fast Eddy", "One of the boys", "Remedy", "Bad boys for love".......Y para finalizar y de propina ese pedazo de dinamita sonora que es "Astra Wally". Es decir, casi enterito el primer trabajo de los australianos, "Rose Tatto", uno de los mejores discos de rock'n'roll que haya escuchado jamás casi a la altura de un "Powerage" o un "Highway to hell" de AC/DC sin ir más lejos. Y sé bien lo que digo, para mí ver a ROSE TATTOO en una sala tan pequeña como esa fue un auténtico privilegio y era lo más parecido a poder ver a "sus hermanos mayores" en un sitio así.

Y por si esto fuera poco, al finalizar el tremendo bolo pudimos sentir de cerca lo que son estos cinco tipos. Angry Anderson fue el primero el salir y en hacerse fotos con los poquísimos que allí estábamos. Un auténtico crack. Y como los demás no salían decidimos ir nosotros a buscarles y pudimos conocer de primera mano su austero "camerino" y su humilde cena. Allí comprobamos la personalidad del resto de la banda y fue muy bonito compartir con ellos unos minutos con todo tipo de detalles para con nosotros y por supuesto, como no, con firmas y fotos por doquier. Y recuerdo perfectamente la cara de MICK COCKS y su amabilidad a la hora de atendernos.

Desde aquí, sólo quiero darle ánimos para que logre recuperarse y salvar ese gran obstáculo que es un cáncer y que vuelva a visitarnos lo antes posible para volver a hacernos sentir momentos inolvidables e irrepetibles. Vuelve pronto MICK.