Vagancia

Lo sé y lo reconozco. Llevo unos cuantos días sin dar palo al agua blogosferamente hablando. Desde las entradas del Kobeta no he sido capaz de unir unas cuantas letras para confeccionar algo parecido a una entrada. Y es que ya estamos en verano, el cuerpo se dilata y pesa demasiado. Hasta las ideas pesan como una losa y aunque se te ocurran varias cosas no puedes ni con la camisa. Entre la playa y demás quehaceres y responsabilidades diarias no hay tiempo y gana para mucho más.
Hoy me he tomado la tarde para no hacer absolutamente nada y cuando digo nada es nada, es decir, me he pasado tres horitas con encefalograma plano, tumbada en la cama, durmiendo a ratos y otros simplemente disfrutando de no hacer nada. Ni música, ni lectura, ni ordenador, ni nada. Bueno sí, tenía a ELVIS a mi lado con la jaula abierta revoloteando a mi alrededor. Sólo me faltaba la hamaca y un sombrero de paja para imaginarme en plena naturaleza.
Y qué gusto oye. Hacía tiempo que no era tan feliz. De verdad lo necesitaba. Me he levantado como nueva y llena de energía aunque poco me ha durado porque ahora vuelvo a tener una galbana que me cuesta hasta darle a la tecla.
En fin, que no me enrollo más. Espero que la vagancia no me impida manteneros al día con nuevas noticias y comentar en vuestros blogs.

P.D.: podéis contar las veces que aparece la palabra nada, mi favorita estos días.