Entre tanto concierto y tanta playa, la verdad es que queda poco tiempo para crónicas y demás pero haremos un esfuerzo. Menos mal que entre mi querido Rockland y yo nos repartimos las crónicas. Bueno, a mí me ha tocado Roger Hodgson. El ex-cantante de la exitosa banda de los 80 de Supertramp tocó el pasado miércoles en Gijón, el que sería su último concierto en España. Para que os hagáis una idea, este es el concierto estrella de la ciudad este verano. ¿Nivel no? Antaño Gijón era una buena plaza para figuras internacionales pero hoy en día la cosa está de capa caída y excepto algún concierto en sala de vez en cuando, nada de nada. Bueno sí, el año pasado trajeron a Motörhead y fue un éxito pero esta año nos quedamos sin nada a ese nivel. Menos mal que en septiembre tendremos a GLENN HUGHES y nos desquitaremos. Pero en fin, sigamos a lo que hoy nos ocupa que no es otra cosa que Roger Hodgson.
No era la ilusión de mi vida ver a este cantante pero la verdad es que recordaba algunas canciones de Supertramp con mucho cariño en aquellas famosas cintas de audio y me entró nostalgia. Y si además te tocan un par de entradas y vas gratis, mejor que mejor. Llegamos una hora antes a la plaza de toros y nos encontramos a cuatro gatos sentados en unas sillas de chiringuito dispuestas en fila en el foso. Allí nos sentamos a esperar la hora de comienzo y poco a poco fue llegando algo de gente. Canas, muchas canas y poca camiseta hard-rockera. Pasadas algo más de las 10 de la noche comenzó el concierto. Con poco menos que un teclado entonó las primeras notas de aquel éxito del momento llamado "Take the long way home". Con el público ya en el bolsillo fue repasando los temas más conocidos de la banda al citado teclado y algunos de su carrera en solitario a la guitarra acústica, con ayuda en algunas ocasiones de un instrumento de viento tocado por un músico canadiense y con una puesta en escena sobria que le daba un aire muy sosegado e intimista a la noche. Sin más instrumentos que éstos, fue animando poco a poco al personal sin echarse de menos en ningún momento la base rítmica de bajo y batería que le diera más cuerpo a los temas. Roger Hodgson cumplió, se esforzó en hablar en castellano, animó con sus hits de Supertramp y, para una humilde servidora, aburrió en algunos momentos algo melosos con su acústica. Pero por lo visto allí, el resto del público lo pasó en grande y le aplaudieron a rabiar como si fuera lo mejor del mundo. En fin, una agradable velada, un concierto que se deja ver y que pasa a engrosar parte de la colección. Otro más. El domingo nos esperan The Pretty Things, ya os contaremos.
2 comentarios:
Joder, Roger Hodgson!!!! Tengo un colega que es fanático de Supertramp y yo en su día les escuche mucho. Pero hoy en dia no puedo con ellos, ni con Hodgson. Supongo que hay música que te acompaña en unos momentos de tu vida y años despues no significan nada.
Saludos.
Ufff que recuerdos, Supertramp!!!! Hubo unos años que sonaban por todas partes.
Por lo que veo no os perdeis un concierto...... bien, bien..
Un saludo.
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