JOHN MELLENCAMP, Hammersmith Apollo, London. 02/07/2011. Crónica, fotos, vídeos y set list

Cuarto concierto consecutivo en cuatro noches. El Hammersmith nos esperaba y por fin podríamos ver al gran JOHN MELLENCAMP, causa por la que nos encontrábamos en Londres principalmente. Si además de todo esto, te haces con una primera fila en tan mítico lugar, la cosa no puede salir mal de ninguna de las maneras.

Pues bien, a una hora prudencial llegamos a las inmediaciones del famoso teatro. Teníamos que vender un par de entradas que nos habíamos adjudicado primero, en una fila 9, y fuimos tanteando al personal. Con el documental, que hacía parte de la gira europea del de Indiana, ya iniciado, llegamos a nuestros privilegiados sitios en la sala. Ni qué decir que la pantalla tan cerca nos echó de allí literalmente y volvimos hasta la hora prevista para el comienzo del show.

Al fin, a las 9 menos veinte de la noche, teníamos a JOHN COUGAR MELLENCAMP, a un palmo de nuestras narices y “Authority song” sonando como nunca. Un vendaval sonoro, con un MELLENCAMP entrando en tromba, fijándose en las primeras filas y con mucha gana de hacer las cosas bien. Se le veía motivado y alegre, algo totalmente diferente a lo cómo lo percibido en otros países según he leído por ahí.

El concierto tuvo dos, o mejor dicho, tres partes diferenciadas. Dos eléctricas y una acústica en el medio, con lo que los que quisieran ver las dos fases del artista estarían de enhorabuena, pero a quienes nos hubiera gustado el un show íntegro con toda la banda sonando como un cañón, nos quedaríamos un poco con la gana. Quiero decir que sí, que el concierto fue de un nivel muy alto, pero escuchar “Cherry bomb” o “Jack and Diane” sin la fuerza de su poderosa banda detrás, tal y como estamos acostumbrados, me dejó un poco como queriendo más. Sin embargo otros momentos fueron de agradecer con un MELLENCAMP sobrado de voz y una MIRIAM STURM al violín en estado de gracia dándole a numerosos temas un empaque y una fuerza increíble con su inseparable instrumento.

Para mi gusto, esta parte más pausada, duró excesivamente y enfrió algo el ambiente, pero en la recta final del bolo y ya con todos los músicos de nuevo en el escenario, la temperatura volvió a subir por enteros y nos dejó a todos noqueados con esa tanda final de canciones que se pueden apreciar en el set list como “Rain on the sacarecrow”, “Paper in fire”, “Crumblin in down”, “If I die sudden”, y por supuesto, la inmortal “Pink Houses” y “R.O.C.K. the USA”, en que se encargó de sacar a alguien del público de la primera fila a cantar con él, como ya me habían avisado al comienzo del show para que estuviera atenta. Esta vez no fuimos ninguno de los dos pardillos venidos desde Asturias, sino un nativo, como Dios manda, el que estuvo a la altura y nos libró de hacer el más espantoso de los ridículos.

En definitiva, dos horas de más o menos intensidad, que quedarán en nuestro recuerdo para siempre y que no sé por qué, me da que quizá no vuelvan a repetirse.