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domingo, 17 de junio de 2012

EAMONN McCORMACK with BRIAN ROBERTSON, Whelan's, Dublín, 05/06/2012



Sigo con la pereza así que ruego me perdonen si no estoy muy fina. Justo igual que cuando llegamos a la sala Whelan’s de Dublín. Después de un agotador día de turismo de la ceca a la meca y con al intención de tener que estar de pie durante todo el concierto, la entrada a la sala y la visión de esas sillas convenientemente giradas hacia el escenario, hizo que creyéramos que ahí arriba hay un Dios y reparte justicia. Aunque rápidamente nos dimos cuenta de que el todopoderoso no quería que, como en toda relación, nos confiáramos del todo y puso el aire acondicionado a -50 grados Fahrenheit, con lo que, a medida que pasaban los minutos, nos íbamos poniendo capas como un par de cebollas hasta acabar con guantes y bufanda. Mi incomodidad no se hizo esperar y rauda y veloz acudí a quejarme debidamente, con lo que ya comenzado el espectáculo, acabamos de nuevo en camiseta. Es lo bueno de ir prevenidos. 


Con aproximadamente una ocupación de menos de la mitad de la sala, llegamos al Whelan’s con suficiente antelación como para charlar un rato con el portero de cosas tan intrascendentes para algunos como Joe Walsh. Mejor recibimiento imposible. Al poco de entrar, salió el telonero, cosa que a mí no me suele hacer demasiada gracia, pero fue suficiente para hacernos olvidar el frío polar que soportábamos hasta ese momento. Se trataba de Bat Kinane, guitarrista de Glyder, que no reconocimos los tres cuartos de hora que se pasó tocando su guitarra acústica.


Pero lo que nos interesaba estaba por venir. Hasta hace bien poco, ni Rockland ni yo, habíamos oído hablar de Eamonn McCormack pero el hecho de leer que estaba en la ciudad esa noche, acompañado nada menos que por una pequeña leyenda como Brian Robertson, y la recomendación del bluesman en un comentario en el blog de mi querido esposo, despertó nuestra curiosidad. Efectivamente, las indicaciones de que se trataba de un buen guitarrista de blues irlandés, que estuvo por cierto la semana antes de gira por España, se plasmaron en escena. Un potente trío de bluesero que interpretó a la perfección canciones propias y unas cuantas versiones conocidas de Rory Gallagher y algunos más. El concierto hasta ese momento estaba siendo muy agradable pero fue al subir “Robbo” al escenario cuando el bolo  tomó otro cariz. Con un look de los que ya no se ven por ahí, jeans ultra-ajustados, botines anti-moda y una camiseta negra recortada por los hombros, este pequeño mito del rock and roll ha participado en discos tan esenciales como el “Jailbreak”, “Johnny The Fox”, “Bad Reputation” o “Live And Dangerous” de Thin Lizzy y el “Another Perfect Day” de Motörhead, entre otros.


Con semejante currículum manco no podía ser, cosa que comprobamos al instante. Su feeling, clase y seguridad, le dio al show ese “algo” especial quizá se echara de menos. Fue un gustazo verle tocar, pasándoselo bien con unos amigos e improvisando de manera obvia en cada tema. Todo ese buen hacer que destila en su forma de tocar es tan transparente como la vida que ha llevado y parece haberle marcado en sus facciones y muecas. Las drogas, el alcohol y todo tipo de excesos se nota que han corrido por más allá de sus venas y han hecho mella en él.  Sin embargo, el haber llegado a tocar en el pasado ante miles de fans con dos bandas de la categoría que cito, se traduce en un absoluto dominio de la situación, cosa que agradecimos todos los que allí nos encontrábamos, que a última hora ya iban siendo alguno más. Pero toda esa debilidad tan evidente en su definido físico, desaparece por completo cuando al finalizar el bolo, tuvimos ocasión de departir con él algunas palabras. Todo un personaje del que da muestra Rockland en su entrada con las fotos, firmas y un ausente vídeo que juraría haber grabado pero que al final no fue así. Una noche que nos dio más de lo que esperábamos y  nos dejó totalmente safisfechos para encarar con energía los días venideros.





3 comentarios:

Bounty Hunter dijo...

Tal y como fué la actuación y las firmas, parece que Brian a dejado atrás sus peores años.
Tuvo que ser una gozada poder ver semejante personaje desplegando todo su poderio.
Lo que más me ha llamado la antención de Robbo, es que conserva esa mirada de furia contenida.
El setlist como bien has hecho, es para enmarcar.
A Rockland le comentado la colección de folletos firmados, a tí la de repertorios. Menudo museo podéis montar en casa.
Me alegro que disfrutárais de un concierto 100% Irlandes, con aroma a Rory y Lizzy.
Rosalie!!!

TSI-NA-PAH dijo...

Que bueno son estos bolos donde no se esperan nada de ellos y te dan tanto a cambio!
un abrazo

paulamule dijo...

Bounty: pues efectivamente, en casa hay mucho de todas estas cosas relacionadas con el rock and roll y podemos hacer dos cosas: tirarlas todas al mar para que no nos coman a nosotros o montar el museo que tú dices. Respecto a Robbo, has definido a la perfección su mirada: furia contenida era lo que realmente expresaba. Está claro que dejó atrás esos años de excesos pero sus copitas de vino blanco todavía se hicieron ver durante toda la noche.

Tsi: pues sí, creíamos que sería una noche agradable pero no tanto. Salimos encantados a pesar del cansancio y el camino hasta el hotel con el subidón y la charla, se nos pasó en un santiamén.

Gracias a los dos y salud boys.

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