WARREN HAYNES BAND, O2 Shepherd's Bush Empire, London, 06/07/2011

Y al fin llegamos al último de los conciertos a los que asistimos en la casi ya lejana semana londinense. En un principio el bueno de WARREN no entraba en nuestros planes, pero la costumbre que tienen de confirmar las fechas de sus giras europeas a última hora, hizo que el que iba a ser un viaje relámpago de cuatro días, se convirtiera en una semana. No había derecho que Mr. HAYNES estuviera en la capital inglesa sólo dos días más tarde de nuestra marcha, así que ni cortos ni perezosos añadimos tres días más al asunto. Además, estaba segura de que el Allman Brother nos lo agradecería, como así fue.

Llegamos pronto a una Shepherd’s Bush, esta vez menos concurrida que la noche de Susan y Derek. Algunos fans enfermizos, como nosotros, ya hacían cola y entablamos conversación con alguno de ellos, con la agradable sorpresa de encontrar a Luis, otro adicto de todo lo que huela a ABB, Grateful Dead, etc. Nos colocamos en primera fila, como de costumbre, y esperamos con ansias el comienzo del bolo.

A una hora prudencial, no como en estos lares, salió WARREN a escena saludando al público en general y recorriéndose con una amplia sonrisa, las caras de las primeras filas, donde nos reconoció al instante y nos mostró su gratitud. Era una alegría encontrarse de nuevo con él, después de todo un año y sabíamos que no nos defraudaría, como así fue. Este nuevo trayecto en solitario que ha sido el formidable “Man in motion”, tenía que echarlo a andar y dejar descansar a La Mula, que seguro sus compañeros de reparto se lo agradecerían.

Como de costumbre el concierto constó de dos sets con un descanso de unos quince minutos para reponer fuerzas. Ya se sabe que este señor no factura canciones de tres minutos y a otra cosa mariposa, sino que le gusta adornarlas con un montón de matices y sus shows no bajan nunca de dos horas, algo que se agradece. El primer set estuvo marcado por un repaso a su último disco en esos cinco primeros temas que vemos en el set list, destacando sobremanera esa maravilla titulada “Your wildest dreams”, que fue ovacionada por toda la sala; “Spanish Castle Magic” me juego veinte duros a que la tocó en honor a Luis, con el que había coincidido el día anterior en el mismo hotel y donde habían estado charlando, e “Invisible” le llevó hasta su ya lejano primer disco en solitario allá por el 93.

El sonido era alto de narices pero al comienzo del segundo set, la cosa cambió, saliendo WARREN a escena con la única compañía de una de sus inestimables guitarras acústicas. Aquí, alcanzamos el cielo con estas cinco primeras joyas del segundo set list, poniendo a la concurrencia la carne de gallina sin casi atreverse ni a respirar. De hecho, esta parte del concierto fue uno de mis momentos preferidos de todos los bolos vistos durante la semana. Después del éxtasis no vino la calma, sino que se volvió a enchufar y siguió la fiesta con “Fire in the kitchen”, también de su primer álbum, “”Hattiesburg hustel” del último, “Tear me down” de GOV’T MULE, la preciosa “I’ll be the one” en los bises y ya para acabar la mítica “Soulshine” con todo el local patas arriba dando las gracias al cielo por haber podido asistir a el show y a WARREN por haber creado semejante maravilla.

Dos horas y media que pasaron en un santiamén, con una nueva banda en la que sobresalió el saxofonista RON HOLLOWAY por encima del resto, y donde el guitarrista de ALLMAN BROTHERS brilló por encima de los demás, algo lógico y normal por otra parte. Una vez acabado el show y bajo una lluvia que no apareció en toda la semana, WARREN HAYNES no tardó en salir por la puerta de atrás a saludarnos, firmarnos y lo que hiciera falta con cada uno de nosotros. Prometió volver pronto. Esperemos que así sea.