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jueves, 18 de julio de 2013

Las bicicletas no son para el verano


Nada más llegar de Amsterdam, donde me sorprendió las miles de bicicletas que llenaban sus calles, tanto en movimiento como aparcadas en cualquier lugar, me di de bruces con la noticia: después de tantos dimes y diretes, quedaba terminantemente prohibido circular en bici por el Muro (paseo de la playa San Lorenzo). A los responsables se les había ocurrido la brillante idea de hacer una chapuza de carril-bici, si así se puede llamar, que ni siquiera cubría el trayecto al completo, sin el ancho mínimo establecido y dejando una parte del recorrido sin él, con lo cual, al llegar a la Escalerona, o sigues por la carretera o tienes que bajarte de la dos ruedas y con ella en mano llegar hasta donde buenamente encuentres otro carril, o sea, en casa Cristo, porque además está la pasma esperando a multarte y dejarte sin agosto. Pero no acababa todo aquí. Para hacer aún más surrealista la cosa, se les ocurría ¡¡¡crear una biciescuela para circular de forma segura por la calzada!!!, donde los ciclistas puedan aprender de forma autónoma, segura y responsable a circular por la misma. ¡¡¡Grrrñññjjjfffzzzzxxxxxxppppp!!! Esto fue lo más suave que dije.

Ya llevábamos tiempo con la dichosa polémica de obligar a la gente a llevar casco hasta por ciudad y llegará el día en que nos dicten por ley que hay que salir a la calle con paraguas cuando llueve para no coger un resfriado y no saturar los servicios públicos. Señores, acabo de llegar de Holanda donde los miles de ciclistas que circulan por las ciudades lo hacen sin ningún tipo de imposición y sin ningún problema. Hay que tener cuidado y mirar varias veces a ambos lados pero se trata de hacer la vida más cómoda a los habitantes. Éstos tienen preferencia y pueden aparcar donde les resulte más cómodo, siempre intentando no fastidiar al vecino. Muchas de las bicicletas no llevan ni frenos, otras tienen pequeñas sillas donde llevan a sus críos (también sin casco), otras llevan carros delante donde meten sus compras y algunas no llevan ni luz. En definitiva, un vehículo que puede circular por los carriles-bici que pueblan la ciudad compartiendo sitio con las motos, por la carretera o incluso por las pocas aceras que se ven por el centro.


¿Me quieren decir por qué diantres tengo yo que vestirme como para ir a la guerra y encima tener que rodear villa y media para poder llegar cada mañana hasta el Grupo, cerca de El Molinón? Hace unos días, un coche se quedó atrapado en uno delos pivotes que separan el mini-carril de la carretera. Hasta que no haya un disgusto gordo, tendremos que aguantar este suplicio, al menos este verano. Eso sí, los patinadores pueden hacer zig-zag por todo el Muro y sortear a viejos y a niños en cualquier momento. Ellos no estorban. Además, hace un par de semanas, la policía paró a un chico que iba en bici y éste, borracho, tuvo la mala suerte de atropellarlo, con lo cual tuvo que pagar la friolera de 700€. Multa por ir por donde ya no dejan y por ir bebido. Nos acabarán multando por beber dos vinos e ir por la acera tranquilamente. Hay que reconocer que siempre hay algún cantamañanas en bici o no, que hace lo que no debe y se cree Induráin pero la mayoría íbamos pegaditos a la derecha y sin correr demasiado y no por ello tenemos que pagar justos por pecadores, como no se le registra a la gente el bolso al salir de casa por si lleva un cuchillo, porque de vez en cuando haya un apuñalamiento.

Sé de muchos que estarán encantados de que en este Gijón del alma sólo puedan disfrutar del paseo los peatones y los demás seamos habitantes de segunda sin los mismos derechos. Qué se puede decir de una ciudad tan envejecida como esta donde está feo ir en bici pero no mear en la playa o escupir en la calle y en la que las regulaciones están bien para los demás. En fin, odio el invierno pero espero al menos, que nos traiga la buena noticia de que vuelva todo a la normalidad.


10 comentarios:

Franky Calzas dijo...

Este país se está volviendo cada vez más surrealista. En vez de aprender de lo bueno de otros países, nosotros (o más bien, los que nos gobiernan), si aprendemos algo de ellos, es lo malo. En fin, paciencia y tómatelo con calma, porque sino...

saludos

Juanchi dijo...

Aparte de estar bastante de acuerdo con lo que aquí denuncias, hacer una pequeña aclaración: en Holanda la mayoría de bicicletas tienen el sistema de frenado de piñón fijo; esto es, que frenan dando los pedales hacia atrás. por eso no llevan frenos de manos, pero sí tienen frenos.

Saudos.

Madame de Chevreuse dijo...

Yo, Paula, con lo del casco no tengo tan claro que no sea obligatorio. Efectivamente en otros países más acostumbrados a la bici no es obligatorio pero también te digo que en otros países al ciclista es respetado, mientras que en esta ciudad mía, sin ir más lejos, es un intruso, un incordio y una molestia de la cual hay que librarse lo antes posible, adelantándolo como sea.
Baci e abbracci

paulamule dijo...

Franky: ya sabes, todo lo malo se pega. De todos modos no creo que se trate tanto de aprender como de no fastidiar, que es distinto, aunque suene parecido. En fin.

Juanchi: ja, ja, ja. Gracias por la aclaración. Yo veía el freno creo que pegado a la rueda de atrás pero miraba al manillar y no encontraba el truco. Aun así, te aseguro que vi más de una con sólo el esqueleto de la bici y éstas no llevaban nada de nada, ni freno junto a las ruedas ni nada parecido. Supongo que el zapato haría lo suyo. Ja, ja, ja.

Madame: yo no digo que el que quiera no se lo ponga, faltaría más, pero no entiendo la obligación. Creo que hasta Perico Delgado renegó de esta absurda norma. Es como el cinturón de seguridad. Si no me lo pongo, sólo atento contra mi salud y la de nadie más, así que no entiendo la obligatoriedad.

Gracias a los tres y salud, boys and girl.

Tixolo dijo...

Ejem... "sólo atento contra mi salud y la de nadie más"... Aquí hay q introducir el coste económico de la libertad de ir sin cinto y casco además del sufrimiento innecesario causado a las familias del iluminad@ q circulaba sin cinto o casco. Si vieses el rastro q deja u cerebro al arrastrarse por el asfalto igual cambiabas de opinión.

He dicho

paulamule dijo...

¿Coste económico de la libertad? El coste es cuando te ponen una multa por no llevarlo. Si te refieres al coste de que me curen en un hospital público, por esa regla de tres, no bebas si no quieres tener una cirrosis que paguemos todos, no fumes si no quieres tener un cáncer de pulmón que paguemos todos o no comas grasas si no quieres que te dé un infarto y tengas que ir al hospital a que te atiendan. Date cuenta que también aquí las familias sufren innecesariamente, pero como sería absurdo tenernos a todos controlados sin poder fumar, beber o comer grasas, entre otras cosas, lo mejor es que nos dejen vivir tranquilos en paz. Acuérdate cuando no era obligatorio llevar el cinturón puesto. Según tu criterio, no sé cómo pudimos vivir sin una ley tan esencial que obligara a ponérnoslo.

De todos modos, hasta que no nos demos cuenta de que el enemigo no es el otro sino el poder, es decir, los políticos, no haremos nada. El ponernos a unos en contra de otros es lo que les conviene a estos caciques y parece que les da resultado.

Gracias y salud, Tixolo.

Tixolo dijo...

Ya pero ¿has visto alguna simulación de accidentes con dummies? ¿y la masa encefálica esparcida como paré en el asfalto? la libertad anárquica nos lleva por caminos muy peligrosos.
Antes de implantar como obligatorio el cinturón había un porrón + de muertos al igual que pasaba antes de haber vacunas... curioso que algunos padre no vacunen a sus hijos haciendo uso de su libertad...

He dicho II

paulamule dijo...

Ya pero qué. Vamos a ver, si yo me tiro por un balcón y mi masa encefálica se queda más o menos pocha, ¿cuál es el problema? ¿Tengo menos derecho por eso a hacerlo? Es mejor que lo haga abriendo el gas? ¿Mejor cortando las venas? ¿Habrá que ponerle multa a un fulano que se ha tirado desde el décimo piso si no logra su objetivo? Madre mía, a dónde vamos a parar.

Lo que nos lleva por caminos muy pero que muy peligrosos es el camino a la servidumbre, que no es lo mismo. Los liberales somos los verdaderos anarquistas pero estamos en contra del poder, no de las normas de convivencia. Otra cosa es que nos las quieran imponer desde arriba para ir cada vez recortándonos más libertades. A la mayoría le da igual. Prefieren que otros les "arreglen" la vida sin necesidad de pensar, pero a mí y por fortuna a cada vez más, eso no nos gusta.

Y sólo los padres son los que deben decir cómo y qué para sus hijos. Otra cosa es que hubiera algún tipo de maltrato, pues para eso tendría que intervenir la justicia, pero la gran mayoría de los progenitores saben o creen saber que es lo mejor para sus hijos. Esto me hace acordarme de que los médicos están "obligados" a vacunarse cada año de a gripe y la gran mayoría no lo hace. ¿Qué pasaría si alguno de ellso me contagia el virus, se me complica y me muero?

Reitero, si dejamos que el poder se meta poco a poco en nuestras vidas, éste nunca se saciará y acabaremos todos hechos como por encargo, suyo, claro.

Salud, Tixolo.

Tixolo dijo...

Las normas de circulación son necesarias para proteger a las personas en su conjunto. Si cada una de ellas se dedicase a ser un "Angel del Infierno" esto sería un caos. ¿Q hay padres q en defensa de su libertad no quieren poner el cinto ni vacunar a sus hijos? pues se les "hace" recapacitar ¿eso va contra la libertad individual? dos piedras.
En el caso de q una infección provocada por un trabajador sanitario q se hubiera pasado por el forro las mas elementales normas de sanidad te arrebatase la vida... pues supongo q la ley contemplará esa negligencia, lo malo sería demostrarla.
Si vas por ciudad sobre un par de tubos y dos neumáticos por lo menos ponte casco pq yo no quiero rozarte con el lateral de mi autobús y ver tu cerebelo estampado en un bordillo. No me molaría cargar con el peso de tu muerte toda la vida.

Homo Sapiens

paulamule dijo...

¿Pero quién ha dicho que los liberales no queramos normas? Ya te lo expliqué en el comentario de arriba. Por cierto, ¿cómo se hace "recapacitar" según tú a los padres? ¿Y si lo que piensan es contrario? ¿Por qué tienen que pensar lo mismo que los demás? Mira lo que le pasó a unas niñas valencianas con la dichosa vacuna del virus contra el papiloma humano. ¿Quién se hace cargo? Dios, los máximos responsables de los niños son sus padres y nadie más. Nadie tiene el derecho de decidir qué o cómo tienen que ser educados, alimentados o cuidados tus hijos.
¿Te das cuenta que no se puede vivir intentando controlar a todos y cada uno de los habitantes de un planeta. Siempre va a haber cosas que se nos escapen y desde luego el mal existe, así que lo que hay que hacer es juzgar al delincuente en su debido momento y a los demás dejarnos en paz, por Dios.

Y como sigues con lo mismo, te voy a remitir directamente a mi entrada de hoy. Supongo que lo justificarás y estarás encantado, por si acaso.

Gracias y salud, Tixolo.

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