JACKYL: "BEST IN SHOW". Crítica del disco

Ya basta de hacer críticas positivas de discos. Desde "Le Noise" de Neil Young, no recuerdo haber dado cera a ninguno y eso no es normal. En este 2012 hay muchos buenos pero también hay patrañas o álbumes que pasan más o menos desapercibidos y de los que ni te apetece hacer la crítica por anodinos. Este que nos ocupa pertenece al grupo de los que no me han gustado nada de nada. Y lo digo con todo el dolor de mi corazón porque Jackyl es una banda que me encanta y a la que tengo unas ganas de ver en directo tremendas.

Jesse James Dupree y los suyos nos han venido con un disco bastante insulso, con mucho más ruido que nueces y en el que no sabes si estás escuchando el primer tema o el octavo. No me atrevería a decir que sean todos iguales pero mi cerebro, por alguna razón, al oírlo se queda en stand by y es incapaz de prestar la debida atención. Bueno, estoy exagerando un poco. Se puede hacer un par de excepciones, donde aparecen esas raíces sureñas de la banda de Georgia en la bonita y melódica "Don't Lay Down On Me" y en "Cover Of The Rolling Stone", en la que por primera y única vez aparece la inconfundible motosierra. La inquietante "Walk My Mile" también se podría salir de la quema pero poco más. Los eh, eh, eh, de su primer single "Screwdriver" me ponen muy nerviosa, el estribillo de "Horns Up" es un horror y del rap del tema que cierra el disco, "It's Tricky", prefiero no hablar.

Como habréis adivinado, este "Best In Show" no se pegará con nadie para entrar en la lista. Irá directamente a la papelera esperando que la próxima entrega nos convenza algo más.