Lo bueno de no ir a muchos conciertos es que te obliga a hacer una buena criba y acabas por quedarte con lo realmente bueno. Hace ya unos cuántos años, Jose (así, sin tilde), el loco de los vinilos, me recomendó esta estupenda banda punk-garage: eran australianos, su guitarrista Deniz Tek era una máquina, su disco de debut era un clásico del estilo y bebían directamente de los Stooges y MC5, un cóctel explosivo que hacía mostrar mi interés y en cuanto tuve ocasión me hice con el vinilo. No eran los tiempos de hoy así que si querías escuchar algo o se lo pedías a alguien o tenías que pasar por caja sí o sí y la adquisición no me defraudó en absoluto.
A cinco minutos de las tantas de la noche, las once para más señas, salieron a escena estos supervivientes del rock and roll ante una abarrotada sala Acapulco, que da gusto cómo responde cuando la ocasión lo requiere. Y es que siempre han tenido muy buena prensa y mucha afluencia de público los conciertos punkarras en la ciudad. Sus incondicionales sacan sus atuendos a pasear: chupas de cuero negro, tachuelas, camisetas de grupos, botas, cerveza en mano… Y canas, muchas canas entre el personal incluidas las mías.
Sabemos que los bolos garageros no suelen eternizarse en interminables jams así que la hora y veinte que duró el show la intentaron aprovechar al máximo y hacernos sudar como pollos/as. Desde el principio salieron a matar y eso siempre es de agradecer. No me gustan las bandas que se dejan cosas en el tintero para más adelante y luego no acaban de explotar. Radio Birdman explosionaron desde el principio y salvo un par de concesiones algo menos desbocadas para tomar aliento, el minutaje completo fue algo más que enérgico.
Rob Younger no es un principiante que digamos y sabe lo que la gente pide en cada instante, recodándonos que es un digno pupilo de Iggy Pop; Tek va a lo suyo pero su maestría y pasión a las seis cuerdas hace una perfecta comunión con sus fans, y Pip Hoyle, el tercer miembro original, se luce en el solo de teclado en la que para mí es la joya compositiva de esta banda: Man With Golden Helmet.
Si queréis saber más, mirad al set list y echad la cuenta de lo que pudo ser la noche, sobre todo inmediatamente antes y durante los bises. Así y todo, llegamos a casa enteros aunque con el pelo y la ropa oliendo a cerveza. Pudo haber sido peor.
2 comentarios:
Envidia sana. Ha sido una gran oportunidad ver a estos históricos. No pude por un percance doméstico pero leyéndote imagino que debió ser una caña. Saludos.
Pues vaya, no sabes cómo lo siento. Espero que no sea nada grave y que puedes desquitarte en otra ocasión.
Gracias por ser the one and only y salud, Wood.
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