JOHN FOGERTY: Veranos de la Villa, Madrid, 13 julio 2009. Crónica, foto, setlist y vídeo

Ya estamos aquí. Hogar dulce hogar. Como no hice los deberes en vacaciones ahora los tengo que hacer todos prácticamente a la vez. ¿O acaso creíais que no haría crónica de los bolos a los que asistimos? Que Rockland anduviera más avispado y más conectado que yo no significa que yo me vaya a quedar muda. Eso nunca. No es que difiera mucho de la opinión ya dada por él pero tengo mis propios puntos de vista y seguro más punta que sacar. Je, je, je. Además los setlist que ha colgado son todos obra y gracia de la señora Mule, Paulamule y a mí sólo me han quedado migajas que poder pegar. Para colmo, como seguro que la mayoría le habéis contestado a él, juego en desventaja y no sé si os detendréis a leer lo aquí escrito. Así y todo me arriesgaré e intentaré ganarme vuestros comentarios. Pero basta de llorar y escribiendo que es gerundio.

Seis de seis. Sí, damas y dameros. Seis bolos y los seis bingo. Aunque reconozco que ninguno ha sido perfecto de principio a fin. Pero comencemos por el principio.
El lunes día 13 llegamos a Madrid y nos fuimos listos y dispuestos para la Puerta del Ángel a una hora decente para intentar coger buen sitio. Nos habían dicho que andaban unos creo que daneses en una singular van detrás de nuestro hombre haciéndose la gira por toda Europa con un llamativo y enorme cartel de FOGERTY y que llegaban muy temprano a hacer cola. Y eso que nos las dábamos de buenos fans. Bien, pues llegamos y allí estaban, como también unos simpáticos jovenzuelos desde muy temprana hora de la mañana. En fin, que hubo un lío en la cola y al final pasé de las primeras y cogimos un sitio inmejorable, justo en frente de JOHN. Como yo dije, los que teníamos entrada de pie éramos los que más cerca estábamos del escenario y los de platea sentados se quedaron detrás como dios manda.

Antes de comenzar tuvimos ocasión de saludar a FOGERTY Jr., es decir, su hijo, que era clavadito a él, muy majo y que se hizo algunas fotografías con los que por las primeras filas los encontrábamos. De hecho, fue el único fotógrafo que hubo en todo el concierto en el foso. Bueno él y los seguratas que nos amenazaban con hacer rodar cabezas si seguíamos en el empeño de llevarnos al señor FOGERTY inmortalizado en nuestras cámaras. La verdad es que fue difícil durante buena parte del show hacer fotos tranquilamente.

Con puntualidad británica salió el de California con toda la energía del mundo para deleitarnos con casi dos horas de classic-rock. Abrió con "Hey tonight" y el auditorio cayó rendido a sus pies, como no podía ser de otra manera. Un montón de clásicos fueron repasando su larga carrera, tanto con sus Creedence, como en solitario e incluso alguna pincelada de sus Blue Ridge Rangers.
No me extenderé comentando canción por canción. Aquí debajo tenéis el setlist de esa noche que me agencié gracias a mi simpatía y exquisita educación, y habla por sí mismo. Y sí, tenéis razón, son todas las que están pero no están todas las que son. Muchas que todos estamos pensando se quedaron en el tintero y alguna que otra podía haberse quedado fuera en beneficio de otras pero esto es lo que fue y no hay más cera que la que arde. Aunque la energía, derroche y simpatía de JOHN FOGERTY fue incuestionable, para mí no fue el setlist de mi vida. Este hombre se conserva en un estado de forma admirable y no tiene un gramo de grasa en ese cuerpo serrano a sus 64 años pero los saltos y el setlist que se marcó hace cuatro años en el Grand Rex de París, son difícil de mejorar. Además el factor sorpresa ahora ya no existía. Pero aún así, pudimos disfrutar de un buenísmo concierto del rock and roll de altos kilates con uno de los mitos definitivos que no paró de saltar, brincar, cambiar de guitarra casi en cada canción y que se permitió el lujo hasta de hacer ¡tapping!

En definitiva, un muy buen concierto pero algo menos emotivo de lo que fue ese bolo de París que tanto sigo recordando en mi memoria como uno de los mejores bolos de mi vida. Aunque he de reconocer que "Ramble Tamble" me hizo brillar los ojos más de lo debido y "Fortunate son", como siempre, me hizo volver literalmente loca.
Para acabar, me agencié el conocido setlist a falta de púas. Esta vez, el foso hizo que no pudiera pedirle una y me la diera en mano con un: "I love you honey", como la otra vez.
En fin, que siempre nos quedará París.