"Drive All Night" bien costó el precio de la entrada. En mi post donde anunciaba que Springsteen tocaría en Gijón este año, recuerdo que comentaba lo alejada que estaba ya de su música y la pereza que me daba volver al Molinón a un espectáculo de este tipo. También decía que iría, a pesar de no gustarme nada sus discos desde hace demasiado tiempo, pues no soportaría quedarme en casa y tener quizá la oportunidad de escuchar temas como por ejemplo "Drive All Night", uno de mis preferidos, aunque no creía que eso pudiese suceder. Pues bien, sucedió y fue como si Bruce la hubiera cantado para mí.
El concierto que pudimos disfrutar ayer noche en Gijón los 30.000 afortunados fue apoteósico. No creía que volvería a decir esto jamás de un bolo de Springsteen, pero si quitamos algunos momentos menos brillantes y hasta podríamos decir pachangueros, en líneas generales fue un regalo del cielo. ¡3 horas y media! de duración y 31 temas, no es algo habitual en el mundo de la música y ayer, el de New Jersey, parecía no tener prisa.
Pero mejor comienzo por el principio. Tuve la suerte de ver a este hombre las dos ocasiones anteriores que pisó el estadio del Sporting y, aunque recuerdo que fui a hacer cola antes de comer, pude ponerme en primera fila sin ningún problema. Ayer la cosa fue diferente y a las 12 menos cuarto de la mañana había ya 2000 tíos/as dispuestos a vivir mi experiencia de hace 10 y 20 años. Ya la noche anterior se contabilizaban más del millar y miedo nos daba llegar por la tarde a la hora de té. La cuestión era entrar en la zona acotada (el pit) y así poder ver el concierto más desahogados como así sucedió. Después de sellar como "ganao" a los mil primeros que accedieron al recinto antes que el resto, fuimos pasando el grueso de la manada donde no faltaron los jetas de siempre que se colaron saltando o empujando algunas de las vallas que separaban las colas convenientemente. Spain is different.
Con media hora de retraso (primera vez que pasa en El Molinón) y precedido por la llegada de la madre del Boss, que ocupó un asiento de grada al lado de los fans, comenzó el larguísimo y esperado concierto de Bruce Springsteen. Tenía miedo que al no estar en primera fila, como acostumbramos, no me fuera a meter en el show, pero mis miedos acabaron con el trallazo que supuso "Traveling Band" de la Creedence, que me despertó de un plumazo y me puse a bailar como loca ante la mirada esquiva de algunos que no sabían lo que estaban escuchando. Es cierto que Springsteen recogió la petición de uno de los carteles que los fans acostumbran a llevar para que toque tal o cual canción, pero apuesto el brazo derecho a que el grueso del personal no sabían qué diablos sonaba, a razón de sus caras y su inmovilidad.
He de decir también que el set list de anoche fue bastante bueno en líneas generales. Nos temíamos que tocara entero en "Born In The USA" pero no fue así y es de agradecer. Negar que tocó los típicos temas petardos de sus últimos discos ("Wrecking Ball", "Death To My Hometown", "Shackled And Down", "Waitin' On A Sunny Day", "The Rising", "Radio Nowhere"...) es absurdo, pero los fue repartiendo disimuladamente por todo el repertorio y casi pasaron hasta desapercibidos. También creo que se puede criticar la pachanga en que se convierten canciones como esos últimos bises con "Dancing In The Dark", "Tenth Avenue Freeze-Out" o el "Twist And Shout" inmortalizado por los Beatles y reconvertido en "La Bamba", pero en líneas generales y a esas horas de la velada, cuando el tipo de 63 años que tienes delante lo ha dado todo, es una nimiedad que hasta puedes perdonar. Y puedes hacerlo porque sabes que hay joyas que te han tocado la fibra como pocas veces ocurre.
Por orden, iré comentando lo mejor del bolo. Primero, el sonido: muy nítido y sin pecar de excesivo durante toda la noche. Segundo, la banda: todos sabemos que en la E Street Band faltan dos miembros fundamentales que son Danny Fedecici y sobre todo, "The Big Man" Clarence Clemons, pero tanto Gary Tallent, el bestia de Max Weinberg, el maestro Roy Bittan, un descarriado y loco Nils Lofgren en "Because The Night" y un perfecto acompañante de fiesta con Little Steven, fueron suficientes para volver a demostrar que los que tuvieron, retuvieron; todo ello acompañado por una más que efectiva sección de vientos que, para mi gusto sobraron en algún tema clásico, coristas y un sobrino de Clemons que clava sus solos de saxofón.
Lo tercero y último, pero más importante, fueron las canciones que sonaron a gloria. Ya he hablado del tema de Fogerty que fue mi despertar, pero también me gustaría destacar otros como "Spirit In The Night" con una mágica atmósfera y una espectacular intro; el fantástico trío seguido con la intemporal "The River", la siempre querida "Atlantic City" y la desbocada "You Can Look (But You Better Not Touch)"; otras tres maravillas con "Because The Night" (de las mejores de la noche y con un Nils Logfren desenfrenado dando vueltas en el solo final), esa joya llamada "She's The One" con ese reconocido comienzo, y la frenética y agradecida "Rosalita". La noche estaba en su máximo apogeo y entre col y col llegó mi canción suspirada y esperada durante muchos años, recogida de un cartel del público, "Drive All Night", el momento más emotivo e intenso de la noche durante el que no pude dejar de llorar, corear y gritar ni un instante. Gracias por ello. Lo recordaré siempre. A partir de aquí yo ya me podía haber ido feliz a mi casa sin ningún problema pero por fortuna no lo hice y pude disfrutar, aunque aún algo tocada, de la más coreada de la noche "Badlands" y sobre todo de otro de los momentos álgidos del show, la furiosa y descarada "Light Of Day" cerrando el repertorio antes de los bises, entre los que me quedo con una rockera "Seven Nights To Rock" el cierre con el clásico de Isley Brothers, "Shout" y la imperecedera y muy especial "Thounder Road" con ya sólo Springsteen en escena a la guitarra acústica y a la armónica para despedir la velada y a punto de cumplir las 3 horas y media.
Destacar gratamente también el poco discurso político de Mr. Springsteen citando, sin embargo, a dos asociaciones como Proyecto Hombre o a Cáritas, a la que Bruce hizo alguna aportación económica, o reconociendo el esfuerzo de toda la gente que allí nos congregábamos en un escenario de crisis como nos encontramos. Y como nota discordante, la cantidad de niños (un par de ellos subieron al escenario) de corta edad, la mayoría sin protección para sus oídos aún sin desarrollar, poniendo el énfasis en un bebé de unos ¡2 años! de edad, en las primeras filas, que sus padres zarandeaban por todo o alto como si de un muñeco se tratase y que no entiendo cómo dejaron entrar al recinto. Sin comentarios.
Resumiendo, triunfo por todo lo alto en El Molinón, como no se veía desde hacía tiempo, con un Bruce Springsteen que, a pesar de hacer de "Bienvenido Mr. Marshall" y no pasar mucho tiempo en la ciudad, dejó un muy buen sabor de boca preguntándonos si en 10 años estaremos todos calvos y volverán a cruzarse nuestros caminos. Sólo el tiempo lo dirá.
Set List:
1. My Love Will Not Let You Down
2. Out in the Street
3. Better Days
4. Ain’t Good Enough For You
5. Travelin’ Band
6. Wrecking Ball
7. Death to My Hometown
8. Spirit in the Night
9. Jack of All Trades
10. The River
11. Atlantic City
12. You Can Look (But You Better Not Touch)
13. Darlington County
14. Because the Night
15. She’s the One
16. Rosalita (Come Out Tonight)
17. Shackled and Drawn
18.Waitin’ On A Sunny Day
19. Drive All Night
20.The Rising
21. Badlands
22. Light of Day
Encore
23. Radio Nowhere
24. Born in the U.S.A.
25. Born to Run
26. Seven Nights to Rock
27. Dancing in the Dark
28. Tenth Avenue Freeze-Out
29. Twist and Shout
30. Shout
31. Thunder Road (solo acoustic)
Especial Springsteen en Gijón