
El sábado por la mañana desayunaba con la siguiente primicia: “El ajuste también llega a la Semana Grande Gijonesa”. Mis temores se vieron confirmados cuando me metí de lleno en la noticia. David Bisbal, Fama ¡ A Bailar!, Placebo, Calle 13, Joaquín Sabina, Peret, Camela, Carlos Núñez, La Mala Rodríguez, Pereza, Ilegales y The Wailers y revivals de grupos como ABBA, Boney M o un tributo a Michael Jackson, son los integrantes del "espectacular" cartel para el movido verano gijonés.
Sigo leyendo y me topo con declaraciones del concejal de festejos. Copio párrafo: El concejal de Festejos, José Manuel Sariego, aseguró ayer durante la presentación del programa veraniego que el personal del Teatro Jovellanos «ha derrochado imaginación» para hacer frente a una reducción presupuestaria del 14% respecto a 2009. Sariego aseguró que las actividades estivales de este año tienen como hilo conductor su vocación «de atraer a la mayor cantidad de público posible, pensando en todos los gustos, para estimular y dinamizar al sector servicios de la ciudad». «Necesitamos que muchos gasten un poco», señaló, para añadir que «está programación intensa, atractiva y divertida es la modesta contribución del Ayuntamiento a la situación económica».
Pero no acaba aquí la cosa. Ayer domingo, intentando pasar la mañana lo más tranquila posible, ya no pude contenerme. Cuando creí que me encontraría con un artículo crítico con dicha programación me encuentro con esto otro: “Vale, sí, de acuerdo.Tina Turner, Bruce Springsteen, Scorpions, Mark Knopler, Motörhead, bon Jovi, Bryan Adams, Iron Maiden, Rolling Stones, decenas de buenos grupos nacionales… Gijón dejó hace ya más de una década el listón muy alto en lo referente a la programación de conciertos. Por su escenario pasaron genios de la música que no pueden compararse a los Camela o el revival de Abba que han anunciado para este año. ¿Y qué?
Dejemos de culpar al Ayuntamiento de todo esto y admitamos que los tiempos han cambiado. Entre otras cosas, porque uno de esos conciertos que en los noventa podía reventar Gijón hoy supondría al menos, un riesgo importante.
Las críticas son inevitables. Si el Consistorio hubiese hecho un gran esfuerzo económico por traer otro tipo de actuaciones, nos estaríamos quejando de su tendencia a despilfarrar en tiempos de crisis. El programa que necesita Gijón este verano es austero y lo más rentable posible.
Si partimos de un presupuesto bastante limitado –y creo que todos estamos de acuerdo en que sea así-, no podemos traer a músicos buenos a quienes no conozca ni el Tato. Sería lo mejor para nuestros oídos y cultura musical, pero no para la ciudad en general. Con lo que hay, no me parece una mala elección apostar por grupos populares, que no va a atraer al de Zaragoza, pero sí al de Avilés (hablo de distancias, no de gustos).No serán los conciertos de nuestra vida, pero tiempo habrá. Es verdad que el concierto de un grupo importante, en todos los sentidos, traería a mucha gente de fuera de la ciudad; pero los precios son desorbitados. Y sería apostar a un solo caballo.
Esto ya empieza a ser bochornoso, cada año es peor. Vale que nunca volveremos a tener a los STONES como fecha única en España, vale que Rory Gallagher no resucitará para volver a la Plaza de Toros y vale que McCartney no volverá a dejar las arcas del Ayuntamiento temblando, pero de aquí a esto que tenemos ahora hay un trecho. Está claro que en dos años no les ha dado la gana de pujar por AC/DC después de tanto tiempo poniéndonos la miel en los labios y sabiendo que es apuesta segura, pero ¿qué me dicen de gente como JOHNNY WINTER, CHRISS ISAAK, CANNED HEAT, JEO BONAMASSA, THE CULT y así unos cuántos más que estarán en verano por este país? Y otra pregunta, ¿qué fue del festival de jazz que movieron de noviembre al mes de julio para poder captar a más gente? Por favor, que dejen de hacer el ridículo y de pensar que somos imbéciles y que se vayan ya de una maldita vez. Llevan en este Xixón del alma ya más de 30 años, es suficiente e imposible hacerlo peor, de veras. Váyanse por favor.
Por cierto, estaré ausente unos días. Nos vemos a la vuelta.